Desmontar la lengua del mandato, criar la lengua del desacato (2014)

VALERIA FLORES
JORGE DÍAZ 
TOMÁS HENRÍQUEZ 
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Fanzine
1ra ed. (2014)
58 p. 

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Edición
Colectivo Utópico de Disidencia Sexual (CUDS)
Iustración
Gustavo Eulogio
Diagramación y arte
Felipe Román
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Blog del proyecto / Descarga
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Agradecimientos

Editorial Mantis / impresor y manufactura de ejemplares
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«Percibo una zona de silencio alrededor de nuestras escrituras minoritarias y periféricas a la metrópoli -que en Argentina significa no habitar en Buenos Aires-, y de mi escritura en particular, escrituras que no buscan ni revelan verdades, sino que experimentan una política de la lengua como gesto de di/inter/ferir algunos lenguajes más ortodoxos para hablar de identidades sexuales, feminismos, géneros, cuerpos. Y este silencio tiene efectos políticos, porque el pensamiento se despliega, rearticula y (des)compone en la medida que alguien tire de él, lo deshilvane. Es cierto que el tomar indisciplinadamente a autorxs y palabras puede ser leído desde los protocolos académicos como un trabajo poco riguroso y serio, pero el ensayo como pensamiento singular y modo de intervención crítica requiere del arte del destronamiento, de la irreverencia que justamente acusan las múltiples expresiones de los feminismos y la disidencia sexual para desacralizar incluso nuestras propias palabras y las genealogías en las que nos inscribimos.

La escritura es una máquina de visibilidades e inteligibilidades: una máquina de luz y, por lo tanto, de sombras. Las operaciones críticas sobre los textos y los cuerpos me las aportaron preferentemente las ficciones de los feminismos, la teoría y el activismo cuir/trans/intersex y de la disidencia sexual, haciendo un emplazamiento singular y herético de esas técnicas de montaje de un corpus textual. El estilo no es una cuestión de mera “forma”, supone un modelaje inédito de las palabras que afecta el modo y lo que se dice. Así, el estilo es ese hálito que hace un surco en el lenguaje, campo político por excelencia donde se arma el pacto patriarcal heteronormativo racial y colonial, y territorio de las imprevistas y febriles alquimias de la subversión.»
valeria flores
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«La contingencia del fanzine es siempre aleatoria pues responde al vértigo de un tiempo otro. Un tiempo en el que aquella demanda nunca satisfecha acrecienta su emergencia. Las razones fundantes de su producción por ende, no son nunca ordenadas, fijas ni coherentes, pues responden siempre a una urgencia crítica por hacer circular aquellos materiales que nos parece imprescindible hacer visible: lenguas que se entremezclan, discusiones que nos quedan pendientes, imágenes que fortuitamente se borronean tras el paso repetitivo de la fotocopia. Un formato originado en las prácticas sentimentales de un anarquismo que hizo propio la voluntad de colaboraciones clandestinas, y que hoy para nosotros resulta inspirador.

El tráfico de diálogos que contiene un fanzine, podría no obstante, ver minimizado su potencial crítico por el evidente bajo costo de su factura. Pareciera, según nos ha enseñado la industria del libro, sus mafias editoriales y su costosa copia seriada, que tomar la palabra es una empresa reservada sólo a unos pocos. Vivimos en un país donde publicar es un gesto extraño, quizás algo solitario, ridículo para muchos, pero que cuando se logra se transforma en toda una hazaña. Un verdadero grito rebelde contra el silencio de la recepción crítica. Es por eso que desaprendimos de las burocracias y lo hicimos por nuestra cuenta. Todo esto, bajo la impostura artesanal de las amistades y colaboraciones que mancomunamos en el activismo. Así, un fanzine devela ante todo el pulso de aquel momento existencial de su escritura, de su insoportable peso político cargado de materialidades precarias. Colmado de signos que políticamente nos implican.»
Tomás & jorge